


Me encantan las parejas enamoradas… y el amor de Denis y Dayna se ve a kilómetros. Fue un placer poder compartir con ellos esta preciosa sesión preboda, en la que disfrutamos de uno de los paisajes más bonitos del valle del Mantaro.
Uno de los retos de vivir rodeado de montañas es que es realmente difícil tener buenas puestas de sol, ya las montañas impiden que el sol llegue y podamos disfrutar de la «hora dorada», con esa luz tan romántica. Por eso, para esta sesión propuse a los novios subir al Bosque Dorado, donde estaba seguro que podíamos conseguir una buena puesta de sol. Y así fue. Hubo una luz espectacular, que nos permitió pasar una tarde muy bonita y llevarnos imágenes románticas y diferentes para el recuerdo.
Poco después llegó su boda, y fue muuuuy emotiva. Pero eso os lo contaré en un próximo post.



















































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