Raúl y Soledad celebraron su boda en Lima, pero él es de Huancayo, y tiene familia aquí, así que decidieron venir para hacer su sesión postboda aprovechando los hermosos paisajes y cielos de la sierra peruana. Pudimos pasear junto a los eucaliptos y el río, y disfrutar de una tarde tranquila y soleada. En el valle del Mantaro es fácil encontrar buenos entornos: esta vez fuimos por la zona del río Chanchas, entre Huancán y Huayucachi.
La sesiones postbodas me encantan. A menudo el día de la boda es bastante estresado, todo transcurre muy rápidamente, y apenas tenemos unos minutos para hacer una sesión con el traje y el vestido de novia. Además, ese día existe el temor de ensuciar el vestido, no podemos jugar… Sin embargo, en la postboda podemos tomarnos nuestro tiempo, buscar locaciones diferentes… y ya no importa si saltamos, corremos, nos ensuciamos, o queremos ir más cómodos, por ejemplo, sin los zapatos de tacos de la boda.
En este caso hicimos una sesión romántica, con un toque vintage. Espero que la disfruten.
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