


Preparar una boda no siempre tiene que ser algo muy complicado, ni hacerlo super elaborado… Lo más importante es disfrutar el día, compartirlo con tu familia y amigos íntimos, con tus seres más queridos, y comer, reír, bailar y pasarlo bien. Elige un vestido que te guste, y un local entrañable. Es justo lo que hicieron Rocío y Gilmer.
Rocío optó por no llevar el típico vestido de novia, sino un vestido largo de lentejuelas de tonos entre dorados y rosados que la hacían lucir esbelta y super elegante. Junto a Gilmer eligieron para su boda una hacienda rústica preciosa, la Loma Verde, cerca de Concepción. Es una hacienda para bodas pequeñas, que no superen los ciento cincuenta invitados, pero muy acogedora. El local es de aspecto rústico, con una decoración interior con vigas y elementos de madera, y unos jardines y áreas verdes que la hacen perfecta para una ceremonia en exteriores. De hecho, la sesión de exteriores con los novios la pudimos hacer allí mismo. Además, el local cuenta con unas bonitas habitaciones, donde los novios eligieron hacer sus preparativos y maquillaje, así que pudimos hacer todo en el mismo lugar, y disfrutar de un paisaje precioso.
Dado que el local ya es un lugar muy bonito, en realidad requiere muy poca decoración. La misma hermana de la novia, junto con los novios, se encargaron de decorar con algunas flores y luces, y prepararon una hermosa mesa vintage con la torta nupcial, en estilo nude, y algunos bocaditos.
Después de la ceremonia civil que hubo en el jardín, disfrutando de unas preciosas vistas, y de un rico banquete, pudimos disfrutar de una animada fiesta. Los invitados disfrutaron muchísimo del baile.
Sin duda un hermoso día para recordar. Les dejo con algunas imágenes destacadas.






































































































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